La transformación automatizada destaca nuestra ventaja de costos y asegura pedidos importantes de clientes

Como empresa profundamente involucrada en la producción de toallas de microfibra para limpieza, alguna vez enfrentamos los desafíos de unidades de equipos redundantes y baja utilización. Docenas de máquinas de coser, equipos manuales de plegado y máquinas semi-automáticas de empaquetado y sellado no solo ocupaban una gran cantidad de espacio en el taller y generaban costos laborales extremadamente altos, sino que también incrementaron los costos de telas, accesorios y mantenimiento de equipos. Esto dificultó que pudieramos trasladar ventajas de precio a nuestros clientes, y la calidad relativamente baja de nuestros productos también nos impidió acceder a los vastos mercados europeos y estadounidenses.

Justo cuando estábamos desorientados, Metaike nos trajo un punto de inflexión. Su equipo investigó repetidamente nuestro proceso de producción y descubrió que procesos como el corte de tela, costura, doblado y envasado podían optimizarse todos con equipos automatizados. Esta filosofía de "cliente primero" les permitió comprender profundamente nuestro dilema de costos y demandas del mercado. La inversión en la línea de producción automática de toallas provocó un gran cambio: la tasa de utilización del espacio en el taller aumentó un 50%, ayudando a nuestra fábrica a ahorrar el 80% de la mano de obra, y también se redujeron significativamente las pérdidas de materias primas y los costos de operación y mantenimiento. Ahora, trasladamos estos ahorros a los clientes, haciendo nuestros productos más competitivos. En solo un año, la proporción de empresas medianas y grandes en nuestra base de clientes ha aumentado del 15% al 60%, logrando un crecimiento saltado en nuestro negocio.